martes, 26 de octubre de 2010

EL TESORO DE GUARRAZAR


Es un tesoro arqueológico compuesto por coronas y cruces votivas que los reyes visigodos españoles ofrecieron en su día a la Iglesia. Fue hallado entre los años 1858 y 1861 en el yacimiento arqueológico de la llamada huerta de Guarrazar, situada en la localidad de Guadamur (Castilla-La Mancha, España), muy cerca de la capital de provincia, Toledo. El tesoro está repartido entre el Museo de Cluny, en París, la Armería del Palacio Real de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional de España (M.A.N.).
HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO
Parte del tesoro de Guarrazar fue hallado por casualidad. En el año 1858 hubo unas lluvias torrenciales que causaron el desmoronamiento del terreno donde estaba la iglesia del monasterio de Santa María de Sorbaces. Salió a la luz una caja de hormigón junto al sepulcro de un presbítero llamado Crispinus. Las personas que lo encontraron lo llevaron a un platero de Toledo que fundió la mitad de los objetos. La otra mitad fue comprada por un militar francés que la llevó a París y allí la vendió al Museo de Cluny. Los descubridores en vista del hallazgo siguieron excavando y encontraron un grupo de coronas y cruces, que esta vez vendieron a la reina Isabel II, quien hizo que se depositaran en la Armería Real de Madrid.
Las coronas de los reyes Suintila y Recesvinto que llegaron hasta el museo de Cluny fueron restauradas en París, de manera que cambiaron bastante su apariencia. Así, la cruz que en la actualidad vemos pendiente del centro de la corona de Recesvinto era en realidad una
fíbula (broche) y conserva aún el muelle y el cierre, además de que es de otro estilo distinto a la propia corona. El gobierno español pudo recuperar las dos coronas y las depositó en la Armería Real, pero en el año 1921, en el transcurso de una noche, desapareció la de Suintila y jamás se pudo seguir su rastro.

La Gran Cruz (M.A.N.).
El
4 de abril de 1921 se cometió el robo en la Real Armería, la corona de Suintila y un trozo de corona de enrejado que pertenecían al conjunto que poseía el Patrimonio Real, gracias a la donación de Domingo, desaparecieron. El robo se divulgó poco, sólo La Época hizo una publicación más extensa con grabados, para que sirviese de guía en la búsqueda de lo sustraído. Al parecer fueron localizados los autores del robo, pero no lo objetos de éste, que hasta hoy no han aparecido.

Corona y cruz votivas (M.A.N.).
El estudio gemológico de Juan S. Cozar y Cristina Sapalski
[1] reveló que el Tesoro de Guarrazar contiene 243 zafiros azules (cuyas características los hacen procedentes de la antigua Ceilán, hoy Sri Lanka), 3 corderitas azules (iolitas), 14 esmeraldas, 1 aguamarina, 2 adularias (piedras luna), 21 cuarzos amatista, 9 cuarzos hialinos, 6 calcedonias azuladas, 169 perlas, 154 piezas de nácar, 56 vidrios artificiales verdes, 26 vidrios artificiales azules, 2 pardo-anaranjados, 26 de color indefinido, 1 rojo y muchas piezas diminutas de granate piropo-almandino.