martes, 16 de noviembre de 2010

EL ORIGEN DEL TEATRO EN ROMA



TEATRO ROMANO:

Para los romanos el teatro era un lugar de reunión conveniente para el entrenamiento y la ostentación. Los autores romanos Tito Plauto (254-184 a.C.) y Publio Terencio (muerto en 159 a.C.) nunca alcanzaron nada parecido a la excelencia de sus predecesores griegos pero lograron reflejar en sus obras al pueblo romano.Las primeras comedias latinas inspiradas en su precedente helénico, se conocen con el nombre de comedia palliata, para distinguirlas de las que versan sobre temas romanos o comedias togata.El Coliseo, terminado en el año 80 d. C., podía contener a cincuenta mil espectadores, lo que constituía un publico excesivamente numeroso como para ser entretenido por las peripecias intimistas de las obras de teatro. Ante la insistencia popular, el actor clásico desapareció para ser sustituido en una rápida sucesión por breves escenas cómicas, espectáculos de mimos, payasos, despliegues acrobáticos y volatineros. Posteriormente, todos estos números dejaron lugar a las representaciones acuáticas para la realización de las cuales se inundaba la arena.Luego se hicieron populares las luchas de animales y, por último, los combates entre seres humanos atrajeron el cambiante interés de la multitud romana,La era del teatro clásico estaba terminando, y con él desaparecía el especial significado del papel que el teatro había desempeñado durante mucho tiempo en la sociedad.

FECHAS CLAVE

395 Teodosio divide el Imperio romano entre sus hijos (Arcadio recibe Oriente y Honorio, Occidente).
451 El IV Concilio de Calcedonia declara herética la doctrina del monofisismo.
476 La deposición del empeador Rómulo Augústulo señala el final del Imperio romano de Occidente.
527-565 Reinado de Justiniano. El Imperio bizantino alcanza su mayor esplendor cultural y extensión geográfica.
610-867 Imperio medio. Heraclio establece el griego como lengua oficial.
628 Heraclio vence a los persas y se derrumba el Imperio sasánida.
717-842 Periodo iconoclasta (enfrentamiento entre los partidarios del culto a las imágenes y los iconoclastas, contrarios a ello por considerarlo idolatría).
867 Con el patriarca Focio la Iglesia ortodoxa deja de obedecer a Roma.
976-1025 Con Basilio II el Imperio alcanza un nuevo momento de apogeo. Durante su reinado se difunde el cristianismo entre los rusos.
1054 Cisma de Oriente (la Iglesia ortodoxa se separa definitivamente de la católica).
1055 Los turcos selyúcidas toman Bagdad e imponen su poder sobre los árabes del califato Abasi.
1081-1185 Dinastía de los Comnenos, que se enfrentan a los turcos.
1204 Los guerreros de la cuarta cruzada conquistan Constantinopla y fundan el Imperio latino.
1261 Miguel VIII Paleólogo reconquista Constantinopla y restaura el Imperio bizantino.
1353 Los turcos otomanos, establecidos en Asia Menor desde el siglo XIII, penetran en Bulgaria. Desde entonces su avance es imparable.
1453 El sultán turco Mahomet II conquista Constantinopla tras un largo asedio.

L'edat mitjana: Bizanci i l'islam.


És el segle VI, a l’Orient floreix l’Imperi bizantí i Justinià ha sigut aclamat emperador. La vida transcorre pròspera i tranquil·la en la brillant Constantinoble, però hui… alguna cosa ha passat!
Uns malvats han robat els plànols per a la construcció de l’església de Santa Sofia. El seu arquitecte tremola per les represàlies de l’emperador! Necessita tornar a traçar el disseny abans que les ires de Justinià caiguen damunt seu, però li cal ajuda urgentment. Podries prestar-li-la tu? Si ho aconsegueix haurà revolucionat la història de l’arquitectura… A què esperes? No hi ha temps a perdre!

Bizancio
Tras la caída de Roma bajo el empuje de los germanos, Bizancio mantuvo la civilización grecolatina y cristiana en la parte oriental del Imperio durante otros mil años, hasta la conquista de la capital por los turcos otomanos en 1453.

El Imperio romano de Oriente
Los orígenes del Imperio bizantino se encuentran en la división del Imperio romano que hizo Teodosio en el año 395. En el siglo VI, Justiniano y sus generales lograron recuperar Dalmacia, Italia, el sureste de España y el Norte de África, pero posteriormente las fronteras fueron retrocediendo en torno a Constantinopla (nombre que adoptó Bizancio en el reinado de Constantino).

Características de la civilización bizantina
Desde el año 476, fecha de la caída de Roma, hasta 1453, el Imperio bizantino desarrolló una brillante civilización diferenciada tanto de la Antigüedad grecorromana como de la Edad Media en la Europa occidental. Sus características culturales se formaron en un proceso histórico que arranca en los siglos IV y V:
La herencia romana en la concepción del Estado y el derecho.
La tradición griega, manifiesta en la lengua y la cultura.
El cristianismo, en su variante ortodoxa a partir del Cisma de Oriente, consumado en el año 1054.
Durante los siglos oscuros de la Edad Media europea, Bizancio fue la gran potencia económica y política del Mediterráneo, la transmisora de la cultura griega y romana a los reinos cristianos de Occidente y, después, la defensora de esa cultura frente al avance del islam, primero contra los árabes y luego contra los turcos.

La época de Justiniano
En el año 527 llegó al poder el emperador Justiniano, de origen macedonio, con quien el Imperio alcanzó su época de esplendor. Hombre instruido e inteligente, supo rodearse de valiosos colaboradores, entre los que destacaron los generales Belisario y Narsés y el jurista Triboniano. Su mujer, la emperatriz Teodora, también contribuyó notablemente a la obra política de Justiniano.
Durante su reinado se redactó el Corpus Iuris Civilis, importante recopilación del derecho romano, y se construyó la majestuosa basílica de Santa Sofía en Constantinopla, símbolo de la civilización bizantina.
Justiniano impulsó una reforma de la Administración, basada en una burocracia profesional y en un riguroso sistema tributario, que permitió al Imperio sobrevivir a todas sus crisis durante siglos. El Estado tuvo un carácter centralizado y muy jerarquizado donde la Iglesia y el ejército desempeñaban un importante papel.Para sostener un Estado tan complejo el Imperio necesitaba una economía sana. El cincuenta por ciento de la población vivía en el campo, y sobre ella recaían unos impuestos opresivos. La fuerza del Imperio bizantino se apoyó durante siglos sobre estos pilares.
Los problemas religiosos y políticos
Bizancio encarnaba el ideal del Imperio cristiano, heredado de Roma, y a lo largo de su historia fueron continuas las controversias teológicas, que con frecuencia respondían a conflictos políticos.
Desde el siglo V, la herejía monofisita puso en peligro la unidad del Imperio, compuesto por distintos pueblos cuyo principal vínculo era la religión. El monofisismo no aceptaba la doble naturaleza, humana y divina, de Cristo y en el siglo VI se extendió por Egipto, Siria, Palestina y Armenia, las provincias más ricas, donde la divergencia religiosa se unió a la incipiente conciencia nacional frente a las zonas de cultura griega.
En el siglo VIII una nueva disputa religiosa se suscitó en torno al culto a las imágenes santas (iconos), que fue prohibido por el emperador León III. La sociedad bizantina se dividió entre los defensores de las imágenes y los iconoclastas, hasta que la presión de los monjes y de las clases populares obligó a derogar la prohibición.Posteriormente, la creciente rivalidad entre las autoridades eclesiásticas de Roma y Constantinopla condujo a la separación definitiva de ambas iglesias en el año 1054 (cisma de Oriente).

resumen bizancio

BIZANCIO

domingo, 7 de noviembre de 2010

LIMES ROMANOS Y LA GRAN MURALLA CHINA

Muro de Adriano
Limes romano: muro de Adriano en Greenhead (Gran Bretaña)

Según los arqueólogos e historiadores la fortificación de los limes romanos pudo haber sido influida por la idea de la Gran Muralla china, aunque las dos grandes construcciones estén geográficamente muy alejadas entre sí.

Aunque no hay evidencia de que las dos construcciones hayan tenido alguna conexión directa, la influencia indirecta de la gran muralla china en los limes romanos es segura, según Visy Zsolt, profesor del Departamento de Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Pecs, Hungría.

Visy hizo estas observaciones en una entrevista con la agencia china de noticias Xinhua mientras asistía recientemente a una conferencia internacional en Xian, capital de la provincia china de Shaanxi, y su opinión fue compartida por algunos estudiosos chinos y extranjeros.

Los muros de los limes romanos son el monumento arqueológico más grande de Europa y consisten en tramos fortificados en la frontera del Imperio Romano en la época de su mayor extensión, en el siglo II.

Mapa del Imperio Romano
Límites del Imperio Romano hacia 117

En su conjunto, los limes se extienden a lo largo de 5.000 kilómetros desde la costa noratlántica de Gran Bretaña, a través de Europa, al Mar Negro, y de allí al Mar Rojo y a través del norte de África a su costa atlántica. Los vestigios incluyen restos de los terraplenes, de los muros y de las zanjas, cerca de 900 atalayas, de 60 fortalezas, y de los establecimientos civiles que alojaban a comerciantes y artesanos y de otros que sirvieron para los militares.

Muro de Adriano
Muro de Adriano en el norte de Inglaterra

La distancia y el gran número de gentes diversas y de culturas en Asia Central hicieron casi imposible cualquier conexión entre los dos antiguos imperios, romano y chino. Sin embargo, el desafío de cubrir grandes distancias y contemplar tierras remotas excitaron a la gente en el pasado. “De hecho, cada uno podría haber obtenido más información sobre el otro precisamente en la época en que uno u otro adquiría mayor poder y podía empezar a hacer planes respecto al otro” ha dicho Visy.

Mapa de situación de la Gran Muralla china
Situación de la Gran Muralla. Se extiende a lo largo de unos 7.300 km

En cuanto al Imperio Romano, el comercio de la seda comenzó durante el reinado de Augusto. El comercio llegó a ser intenso tanto en la ruta de seda como en el mar. El comandante en jefe chino Ban Chao condujo a su ejército hasta el Mar Caspio en el siglo I dC y envió a una delegación al oeste para conseguir información sobre Roma (llamada Daqin en chino).

Gran Muralla en el paso de Jiayuguan
Gran Muralla en el paso de Jiayuguan

Visy observa que hay muchas semejanzas entre los limes romanos y la gran muralla. Ambos imperios desearon erigir una barrera fuerte contra los “bárbaros” y prevenir sus invasiones. Para ese fin la dinastía Han (202 aC-220) construyó una muralla continua, pero Roma construyó un muro solamente en casos especiales. “Era un punto importante en ambos sistemas la construcción de un camino militar a lo largo de los limes, así como una fila de torres de vigilancia a distancias regulares. También los establecimientos militares y los grandes fuertes son similares en las construcciones romanas y chinas” dice Visy.


LA PESTE NEGRA EN EUROPA

La peste negra en Europa - imperioromano.com

En 1348, una enfermedad desconocida segó cruelmente las vidas de millones de hombres, mujeres y niños; los médicos de la época intentaron combatirla, aunque no sabían nada de ella. En poco más de dos años, una enfermedad desconocida y letal se llevó a la tumba a casi un tercio de la población europea. Ciudades desiertas, campos desolados, cadáveres que se pudrían en las calles, mercados vacíos… El silencio reinaba donde antes había bullicio, el abandono había reemplazado a la compasión y la desconfianza se había instalado en el lugar del afecto porque todos -vecinos, amigos y hasta la propia familia- podían ser la fuente del veneno mortal. En una sociedad como la medieval, en la que la religión lo impregnaba todo, la mayoría de la población achacaba el mal al castigo divino. La relajación de las costumbres o la falta de ejemplaridad de los representantes de la Iglesia eran razones suficientes para haber despertado la ira de Dios; pero el azote divino también podía ser interpretado como una manifestación del anunciado fin del mundo.La creencia popular fue sancionada por el papa Clemente VI: en una bula de 1348, declaró que «Dios estaba castigando a sus gentes con una gran pestilencia».

Los científicos de la época no negaron la intervención divina en la aparición de la epidemia, pero también buscaron sus causas en factores naturales como la conjunción de los astros o los terremotos. Los tratadistas alemanes llegaron a acusar a los judíos de haber envenenado el agua y el aire. Murieron muchos de ellos, asesinados y quemados por cristianos. Semejantes creencias eran explicables en una sociedad dominada por la religión, en la que la ciencia y la razón estaban subordinadas a ella. Por tanto, se podía acusar a judíos, extranjeros o leprosos de ser responsables de la propagación de la epidemia; y, al mismo tiempo, se podía atribuir sus causas a factores naturales, como los astros y los terremotos, o, en última instancia, a la intervención divina.

La aparición de señales dela enfermedad en el cuerpo era signo de una muerte inminente, pues, como señala el cronista Jean de Vedette, no estaban enfermos más de dos o tres días y morían rápidamente, con el cuerpo casi sano. Como sabemos en la actualidad, tales síntomas respondían a tres tipos de peste: bubónica, pulmonar y septicémica. La peste bubónica se manifestaba con la aparición de bultos en las articulaciones, manchas y úlceras negras, y se debía a la invasión del sistema linfático por el bacilo. La peste bubónica no se contagiaba entre seres humanos, a diferencia de la peste pulmonar, que podía transmitirse a través del aire. Pocos sobrevivían a estas variantes de la enfermedad, pero nadie se salvaba de la peste septicémica, pues significaba que el bacilo (que llevaban consigo las pulgas de la rata) se había propagado por todo el organismo dando lugar a la aparición de manchas negras por todo el cuerpo; de ahí que se conozca la enfermedad como peste negra. La respuesta de la Iglesia ante el miedo provocado por la epidemia fue reforzar las ideas de pecado y culpa.

Los predicadores se esforzaron en adoctrinar a los fieles a este propósito y en la obligatoriedad de vivir de acuerdo con los preceptos de la Iglesia. La necesidad de evadirse o de redimirse ante la muerte provocó sentimientos extremos como el ‘carpe diem’ («aprovecha el día»), es decir, vivir intensamente cada momento porque se sabía que la muerte acechaba, o purgar la culpa mediante la flagelación y la penitencia. Algunos se entregaron a gozar de los placeres de la vida, mientras que otros dedicaron sus últimos días a la expiación. Así nacieron los flagelantes, que se azotaban mientras pedían clemencia a Dios.

IMPERIO DE CARLO MAGNO


No todos los reinos germánicos tuvieron la misma importancia histórica , ni subsistieron el mismo tiempo, algunos de ellos desaparecieron rápidamente, mientras que otros perduraron durante siglos. Uno de ellos fue el imperio Carolingio ubicado entre los ríos Loira y Rin, fundado por Clodoveo en el siglo V, y que se fue consolidando durante los siguientes 200 años bajo la dinastía de los merovingios.

Este pueblo, pagano, se convirtió al catolicismo, primer paso rumbo a la civilización.Unos de los principales emperadores de este pueblo fue:Carlomagno, que en la navidad del año 800, León Ill lo corona. (de paso era defendido de quienes querían arrebatarle los estados pontificios) Su reinado fue muy largo, estuvo 43 años (771 - 814) a cargo de este pueblo, y llevó exitosas empresas, con intenciones de reconstruir el Imperio Romano de Occidente.Las empresas de este emperador tuvieron dos fines principales:

• Conquistar territorios

• Difundir el cristianismo.

Después de organizar su país, emprendió campañas conquistadoras, consiguiendo el dominio de Italia, expulsó a los árabes al otro lado de los Pirineos, y tras una guerra de 30 años pudo vencer a los sajones.La extensión de su imperio fue mayor a la del Imperio Romano de Occidente.

No sólo fue un importante conquistador, sino también es considerado como un hábil político, gran administrador. respetuoso de la libertad , de la justicia y del orden. Organizó la milicia y la iglesia. Protegió las ciencias y la instrucción, fundando varias escuelas. Fundó ciudades protegió la agricultura, la industria, el comercio, construyó obras de beneficio público, como carreteras, puentes y canales. Con la finalidad de organizar sólidamente sus territorios, los subdividió en marcas y condados, el emperador designaba condes y marqueses, como los gobernadores de esas zonas y enviada funcionarios especiales para supervisar que se cumplieran las órdenes. Esta división del poder hizo, que los marqueses y condes tomaran poder, que inclusive llegó a a superar al propio rey, porque poseían grandes territorios y tenían el control sobre numerosos hombres, entonces comenzaron luchas por el poder mismo, que consecuentemente produjo la desintegración del imperio.

A su muerte, le sucede su hijo Luis El Piadoso, con muy poca habilidad para gobernar, lo que sumado a la invasión de los normandos (navegantes y piratas de Dinamarca, Suecia y Noruega), provocó la caída del imperio de Carlomagno, el cual se repartió al poco tiempo entre sus tres nietos, formándose los reinos de: Francia. Germania y Italia. Luego Germania (actual Alemania), lucha contra Francia, por el dominio de Italia. Gana ese territorio incluido los estados pontificios. Nace así el Sacro Imperio Romano

ATILA


Pertenecían a la raza mongólica, procedían de las estepas de Asia y llevaban una vida nómada. Estas tribus, que en un principio habían estado sometidas a unos príncipes del Asia central, constituyeron más tarde un gran imperio que se extendía desde el Cáucaso hasta el Elba.

Parece ser que al verse empujados por la expansión china, los hunos se retiraron hacia el Oeste y cayeron sobre los alanos y demás pueblos godos, los cuales, a su vez, huyeron hacia el Oeste. Un historiador antiguo los describe así: "Los hunos son de baja estatura, anchos de hombros, robustos los miembros y grande lacabeza.

Viven como animales. Se alimentan de raíces, plantas silvestres y de carne que maceran entre sus muslos y el lomo de sus caballos. Una túnica de lino o de pieles de rata es su vestidura, que no se quitan hasta que se les pudre sobre el cuerpo. Se diría que están clavados sobre sus feos pero resistentes caballos. Son crueles y feroces."

El caudillo de los hunos fue un guerrero legendario que vivió a mediados del siglo V, llamado Atila. De él se cuenta que se dirigió hacia Occidente y atravesó el Rin al frente de medio millón de guerreros, mientras los pueblos huían ante él aterrorizados. Sin hallar apenas resistencia, llegó a Orleans, donde el "magister militum" Aecio, en unión del rey visigodo Teodorico, habían reunido bajo su mando a las legiones galo romanas, a los visigodos, burgundios y francos.

Librase una gran batalla en los Campos Cataláunicos (o Campos Máuricos), donde los hunos fueron vencidos en la jornada más sangrienta que registran los anales antiguos. Sobre el campo de batallaquedaron más de 180.000 hunos. Atila volvió a Germania y al año siguiente invadió Italia, llegando hasta las puertas de Roma. El papa León salió a su encuentro, le instó a que respetara la ciudad y Atila se retiró, aunque se cree que fue debido a una plaga mortal que asolaba toda esa zona.

La muerte le sorprendió cuando intentaba realizar un nuevo ataque contra Bizancio (453). No es cierto que Atila fuera una bestia salvaje ni tampoco el "azote de Dios", ni que donde pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba. Tales apelativos le fueron aplicados por el pánico que producían sus avances. La capital de su imperio fue Panonia (cerca de la moderna Tokai). En esta ciudad se desplegaba tanto lujo y magnificencia como en Roma, Constantinopla y Ravena.

Las esposas de los poderosos usaban joyas de gran valor hasta el punto que era cosa corriente llevar incrustadas perlas en los zapatos. Atila, sin embargo, vestía como un pastor y comía en vasija de madera. Su imperio, basado en la energía y el prestigio de su persona, se disgregó a raíz de su muerte. Casi al mismo tiempo, desaparecía el Imperio Romano de Occidente. En el año 476, Odoacro, rey de los hérulos, destronó al último emperador de Occidente, Rómulo (conocido por el apodo de "Augústulus"). Desde este momento los reyes bárbaros se convirtieron en soberanos de los romanos.

LAS INVASIONES BÁRBARAS: LOS HUNOS


Entretanto, los hunos habían proseguido su marcha y llegado a las orillas del Danubio y del Rin, donde a las órdenes de Atila, amenazaron a los pueblos germanos. Este jefe fue famoso) por su intrepidez y su crueldad, a tal punto que un ermitaño lo llamó el azote de Dios, mote que Atila aceptó, ufanándose de que donde pisaba su caballo no volvía a crecer la hierba.

En principio Atila, aceptó tierras y tributos de Roma, a cambio de si inercia, pero luego exigió que se le entregara la mitad del Imperio y se k concediera por esposa a la hermana del emperador. Como tales pretensiones fueron rechazadas, Atila invadió la Galia (451) y arrasó varias ciudades hasta llegar a París, cuyos habitantes, aterrorizados estaban resueltos a huir, cuando una joven llamada Genoveva (más tarde venerada por la Iglesia católica como Santa Genoveva) los convenció de que organizaran la resistencia e hicieran penitencia y oración.

En esas circunstancias, Atila, respondiendo al llamado del rey de los alanos, se dirigió a sitiar la ciudad de Orleáns, donde pensaba establecer su base de operaciones en la Galia. Aunque los habitantes de Orleáns, alentados por su obispo San Aiñan, resistieron denodadamente, finalmente fueron abatidos y se vieron obligados a entregar la plaza. Poco después llegó un ejército integrado por visigodos, burgundios y francos, comandado por el general Aecio, prefecto de la Galia, —llamado el ultimo de los romanos—, ante lo cual Atila abandonó la ciudad y retrocedió con sus tropas hasta los Campos Cataláunicos, en la Champaña, donde se libró una memorable batalla en la que se enfrentaron las fuerzas que conducía, integradas por una infinidad de pueblos de distinto origen, con el ejercito romano de Aecio, en el que militaban entre otros, los francos, sajones, galos, visigodos, borgoñones y alanos. El encuentro fue encarnizado y muy cruento, finalizando con el triunfo de Aecio, quien permitió que Atila se retirara.

Este se dirigió entonces a Italia, donde sitio y arrasó la ciudad de Aquíleya. Desde allí emprendió la marcha hacia Roma, pero la intercesión del papa San León, que tuvo la valentía de ir a su campamento para concertar la paz, obtuvo su alejamiento a cambio de un tributo. Atila retrocedió hasta el Danubio y al año siguiente murió repentinamente (453), con lo cual sus seguidores se dividieron.

LAS INVASIONES BÁRBARAS: LOS VISIGODOS


Los ostrogodos, sorprendidos por el ataque, no atinaron a defenderse y se sometieron, acompañando a los hunos en su sangrienta marcha hasta el centro de Europa. En cambio, los visigodos huyeron hacia la cuenca del Danubio, se instalaron en la Tracia y, como vimos, vencieron al emperador Valente en la batalla de Andrinópolis (378).

Luego fueron contenidos por el emperador Teodosio, que les pagó un tributo, pero a su muerte, durante el reinado de Honorio en Occidente, continuaron su avance a las órdenes de Alarico, quien invadió Grecia, y aunque respeté a Atenas, saqueé a Eleusis e incendié Olimpia. Luego intentó penetrar en Italia, pero fue derrotado en dos oportunidades por Estilicón, uno de los generales de Honorio.

tiempo después, Honorio desplazó a Estilicón, que fue asesinado 108), lo que fue aprovechado por Alarico, que se dirigió directamente a Roma, que se entregó sin combatir. Honorio se refugió en Ravena.

Más tarde los romanos se sublevaron, por lo cual Alarico regresó y sometió a la ciudad a un implacable saqueo (410), durante tres días. Alarico se dirigió luego hacia el centro de Italia, donde falleció. Sus soldados sepultaron su cadáver en un lugar oculto para que no fuera profanado. Su Sucesor, Ataúlfo, pacté con el emperador y se caso con su hermana (412). De esta manera, Honorio logró desplazar a los visigodos hacia la Galia y España, donde fundaron un reino cuya capital fue Tolosa.

Al llegar a la Gália, los visigodos se encontraron con los alanos, suevos, vándalos y burgundios, que habían devastado las ciudades de la región. Solamente los burgundios habían erigido un reino en el Jura y en el valle del Saona. Estos pueblos se dirigieron a la península ibérica y tras ellos fueron los visigodos, que obligaron a los suevos a dirigirse hacia el Norte y a los vándalos hacia el Sur.

En el centro quedaron los alanos. Los vándalos se establecieron en el valle del Guadalquivir, que recibió el nombre de Vandalucía o Andalucía, y luego se dirigieron al Norte de Africa, donde se apoderaron de la ciudad de Hipona y de la región de Numidia, actual Argelia (429). Con ambas regiones fundaron un reino. Por la misma época, los francos comenzaron su establecimiento en el Norte de la Galia.

LAS INVASIONES BÁRBARAS: LOS OSTROGODOS


En el año 493, Teodorico, jefe de los ostrogodos, venció luego de encarnizados combates a las fuerzas de Odoacro, rey de los hérulos, que había destituido al último emperador romano.

Instaló entonces en Italia un reino ostrogodo independiente, con capital en Ravena, que duró 60 años. En este período Teodorico mantuvo una política amistosa con la corte imperial de Constantinopla.

En el orden económico, los ostrogodos mantuvieron la administración de impuestos y el sistema burocrático de los romanos.

En el aspecto religioso, los ostrogodos adhirieron al “arrianismo, herejía de origen cristiano, que fue sustentada por un obispo de Alejandría, Arrío (280-336), quien negaba la eternidad de Jesús y no reconocía a la Santísima Trinidad.

Teodorico basó su gobierno en la idea de una convivencia pacífica entre godos y romanos, por lo que respetó la tradición y la cultura del pueblo dominado.

Esta política favoreció un florecimiento cultural en la Italia ostrogoda. Se destacaron las figuras de Boecío, comentador filosófico que tradujo e interpretó a Aristóteles, y Benito de Nursía, quien fundó su propio monasterio en Monte Cassino, al Norte de Nápoles. Allí impuso normas para la vida en los monasterios, que se convirtieron en el acta de fundación” del monacato latino. La regla benedictina combinaba la oración y el trabajo. En adelante, los monasterios serán focos de ciencia y literatura. La actividad desarrollada por Benito de Nursia fue el acontecimiento más importante de la Italia de los ostrogodos.

LAS INVASIONES BÁRBARAS: LOS GERMANOS


Los germanos constituían un pueblo de raza blanca, de ojos azules y cabellos rubios, que sobresalían por su alta estatura y su físico robusto. No vivían agrupados en ciudades, sino en chozas que se encontraban dispersas por el campo aunque distribuidas según las tribus a que pertenecían. Sus actividades principales eran el pastoreo y la agricultura. Elegían sus jefes entre los guerreros más valientes y los obedecían ciegamente. Muchos germanos militaron en las legiones romanas.

En el aspecto social, cultivaban el amor a la familia y guardaban cierta consideración a las mujeres; no tenían leyes escritas y se basaban en la tradición y las costumbres. El padre ejercía un poder absoluto sobre la familia.

Las cuestiones conflictivas eran sometidas al fallo de los jefes en los casos de menor importancia, pero cuando se trataba de asuntos de mayor interés eran considerados por la asamblea de la tribu.

Los germanos teman arraigados los sentimientos de libertad, justicia y dignidad personal. Creían en Odín o Wotan, padre de los dioses, de carácter guerrero, que vivía en el paraíso o Walhala, acompañado por dioses menores, como Freijo, esposa de 0dm, señora del amor y de la muerte, y Donar, hijo de ambos, dios del trueno y la tempestad. El Walhala era un lugar de eternas delicias al que iban aquéllos que en vida habían tenido un buen comportamiento y los que morían en el curso de la guerra, conducidos por las valkirias, diosas también guerreras.

Cuando los hunos atravesaron los montes Urales y empujaron con su presencia a los pueblos radicados en la zona adyacente, provocaron un desbande general de todos los pueblos situados entre los ríos Rin y Danubio.

A partir del siglo I comenzaron a cruzar las fronteras del Imperio Romano, en busca de tierras y botín. No perseguían con ello la destrucción del imperio, ya que consideraban al Estado romano como una admirable organización política, en la que pretendían obtener un lugar. Antes de su caída, el imperio fue incorporando numerosos grupos de germanos como soldados o como colonos. Ellos se comprometían a defender las fronteras, a cultivar las tierras y a reconocer la autoridad del emperador.

Pero en el siglo V este avance pacífico se convirtió en incontrolable para los romanos. Esta irrupción violenta se debió, entre otras cosas, al ataque de un pueblo de Europa oriental, los hunos, que empujó a los germanos hacia el Oeste. Las invasiones germanos al Imperio Romano fueron entonces emigraciones en masa para huir de un terrible enemigo, pero esta vez saquearon las zonas recorridas y respetaron solamente la autoridad de sus jefes; contribuyeron, quizá sin quererlo, al derrumbe de la organización imperial.

Los invasores más importantes se asentaron en el antiguo territorio romano y formaron diversos reinos. Los principales pueblos germanos que se asentaron en el imperio fueron: los ostrogodos, los visigodos y los francos.

LAS GRANDES INVASIONES BÁRBARAS


Durante decadencia del Imperio Romano, fueron muchos los pueblos bárbaros (extranjeros) que, aprovechando las disidencias internas, se aproximaron a sus fronteras y se establecieron en ellas, presionando en forma permanente para entrar. Si bien las legiones romanas contuvieron todos los intentos realizados, los bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV, y establecerse en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron en forma violenta.

Estos pueblos fueron:

Los germanos, de raza blanca, establecidos desde el río Rin hasta el Oder, entre los cuales se encontraban los trancos, anglos, alamanes, suevos, borgoñones, daneses, sajones, lombardos, hérulos, vándalos y visigodos, estos últimos divididos en ostrogodos, o godos del Este; y visigodos, o godos del Oeste.

Los eslavos, también de raza blanca, que se ubicaron en el valle inferior del Danubio, en Bohemia y a orillas del rio Vístula, integrados por los venetos, polacos, eslavones, servios, moravos, bosníacos y croatas

Y, por ultimo, los tártaros o mogoles, en su mayoría de raza amarilla, entre los cuales sobresalían los hunos (hiung-un), y quienes derivaron de la mezcla de razas, como loS fineses, lapones, avaros, búlgaros y húngaros o magiares.

Los primeros que penetraron fueron los mogoles, que ya eran dueños del Asia y se convirtieron en el azote de los europeos. De costumbres primitivas, eran hábiles jinetes y temibles combatientes, sin escrúpulos de ninguna naturaleza. Vivían prácticamente a caballo y se alimentaban casi exclusivamente de carne.

Luego lo hicieron los eslavos, en tanto que los germanos renovaron con su aporte las poblaciones de Occidente y contribuyeron a su defensa contra el ataque de los primeros. La gran diferencia entre unos y otros consistió en que los mogoles no buscaban tierras para establecerse, sino pastos para su ganado y ciudades para saquear.

martes, 26 de octubre de 2010

EL TESORO DE GUARRAZAR


Es un tesoro arqueológico compuesto por coronas y cruces votivas que los reyes visigodos españoles ofrecieron en su día a la Iglesia. Fue hallado entre los años 1858 y 1861 en el yacimiento arqueológico de la llamada huerta de Guarrazar, situada en la localidad de Guadamur (Castilla-La Mancha, España), muy cerca de la capital de provincia, Toledo. El tesoro está repartido entre el Museo de Cluny, en París, la Armería del Palacio Real de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional de España (M.A.N.).
HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO
Parte del tesoro de Guarrazar fue hallado por casualidad. En el año 1858 hubo unas lluvias torrenciales que causaron el desmoronamiento del terreno donde estaba la iglesia del monasterio de Santa María de Sorbaces. Salió a la luz una caja de hormigón junto al sepulcro de un presbítero llamado Crispinus. Las personas que lo encontraron lo llevaron a un platero de Toledo que fundió la mitad de los objetos. La otra mitad fue comprada por un militar francés que la llevó a París y allí la vendió al Museo de Cluny. Los descubridores en vista del hallazgo siguieron excavando y encontraron un grupo de coronas y cruces, que esta vez vendieron a la reina Isabel II, quien hizo que se depositaran en la Armería Real de Madrid.
Las coronas de los reyes Suintila y Recesvinto que llegaron hasta el museo de Cluny fueron restauradas en París, de manera que cambiaron bastante su apariencia. Así, la cruz que en la actualidad vemos pendiente del centro de la corona de Recesvinto era en realidad una
fíbula (broche) y conserva aún el muelle y el cierre, además de que es de otro estilo distinto a la propia corona. El gobierno español pudo recuperar las dos coronas y las depositó en la Armería Real, pero en el año 1921, en el transcurso de una noche, desapareció la de Suintila y jamás se pudo seguir su rastro.

La Gran Cruz (M.A.N.).
El
4 de abril de 1921 se cometió el robo en la Real Armería, la corona de Suintila y un trozo de corona de enrejado que pertenecían al conjunto que poseía el Patrimonio Real, gracias a la donación de Domingo, desaparecieron. El robo se divulgó poco, sólo La Época hizo una publicación más extensa con grabados, para que sirviese de guía en la búsqueda de lo sustraído. Al parecer fueron localizados los autores del robo, pero no lo objetos de éste, que hasta hoy no han aparecido.

Corona y cruz votivas (M.A.N.).
El estudio gemológico de Juan S. Cozar y Cristina Sapalski
[1] reveló que el Tesoro de Guarrazar contiene 243 zafiros azules (cuyas características los hacen procedentes de la antigua Ceilán, hoy Sri Lanka), 3 corderitas azules (iolitas), 14 esmeraldas, 1 aguamarina, 2 adularias (piedras luna), 21 cuarzos amatista, 9 cuarzos hialinos, 6 calcedonias azuladas, 169 perlas, 154 piezas de nácar, 56 vidrios artificiales verdes, 26 vidrios artificiales azules, 2 pardo-anaranjados, 26 de color indefinido, 1 rojo y muchas piezas diminutas de granate piropo-almandino.

¿Qué provocó la caida del imperio romano?


Los pueblos germánicos venían acosando las fronteras del Imperio romano desde el siglo I. Eran pueblos nómadas o seminómadas con una sociedad estratificada: nobles, libres, libertos y esclavos. El rey se elegía entre un miembro de las familias nobles. Los hombres libres juraban fidelidad personal al jefe, y esta era la base de su poder. El contacto con los romanos hizo que estos pueblos comenzasen a comerciar y a civilizarse, y en el siglo II terminaron por confederase para luchar contra los romanos. Sin embargo, mientras el poder de Roma fue sólido, no supusieron más que una molestia. Pero a mediados del siglo III la situación política en Roma era caótica; incluso llegó a haber cuatro emperadores simultáneamente. Los pueblos germánicos, francos y alamanes, hicieron incursiones destruyendo los campamentos y las ciudades romanas hasta el norte de África. Debido a estas incursiones se amurallaron las ciudades, lo que contribuyó a que decayese la calidad de vida en ellas. Sin embargo, estas no pasaron de ser unas incursiones de rapiña, más que invasiones, ya que no pudieron asentarse en el territorio. Más importancia tuvo la infiltración pacífica. Muchos germanos se establecieron como colonos en el territorio del Imperio, en las ciudades como siervos y en el ejército como soldados, llegando a ser la guardia personal del emperador, que con el tiempo estuvo en sus manos. Esto romanizó muchos las costumbres de los pueblos bárbaros, que llegaron a adoptar el latín como lengua, la religión romana y la moneda. Pero, también, entre los romanos se empezaron a introducir costumbres bárbaras, como la fidelidad la jefe. En el año 313 el cristianismo se convierte en la religión oficial del Imperio y los pueblos germánicos comienzan a cristianizarse. En el 330 Roma tiene una nueva capital: Constantinopla. La crisisdentro del Imperio es absoluta.

Entre las causas que se han invocado para el comienzo de la invasión germánica (no suficientemente explicadas) están: el empeoramiento del clima en el norte, la explosión demográfica de los pueblos bárbaros, el nomadismo de estos, y la presión de los pueblos asiáticos, hunos sobre todo (que llegaron a invadir el Imperio). Entre las causas de su triunfo están: la superioridad militar, el establecimiento anterior de población germánica y la crisis de las instituciones políticas romanas.

Las grandes invasiones comenzaron en el 401, con la irrupción de los vándalos. Luego llegaron los visigodos, en el 403, los suevos, en el 406, los burgundos, en el 409, y en el 410 los visigodos de Alarico saquean Roma. Esta vez las invasiones no fueron simples razias, sino que los saqueadores se asentaron en el territorio: los suevos en la Gallaecia, los visigodos en Hispania, los francos en Galia, los ostrogodos en Italia, los brugundios en los Alpes, los vándalos en Mauritania, etc. La crisis política romana era tal que los visigodos llegaron a combatir en nombre el Imperio romano. En el 476 el Imperio romano había sucumbido en Occidente, aunque se mantendría en Oriente, donde la capital era Constantinopla. Sin embargo,subsistieron algunas instituciones como la Iglesia y el papado que fue el vínculo de continuidad, y legitimidad, entre el Imperio y los nuevos reinos. Pero el Estado había desaparecido ante los vínculos de fidelidad personal que estructuraban la sociedad germánica. A pesar de la aparente rapidez con que se suceden los hechos, el proceso de desmoronamiento del Imperio romano no fue cosa de un día, ni siquiera de una generación.